La pirámide invertida de Cambridge
- ARCHIVO FUTBOL
- Jonathan Wilson, La piramide invertida, tactica
- 0 Comments
Hoy en día parecería una locura atacar con cinco delanteros y defender tan solo con dos jugadores. Sin embargo, en los albores del fútbol, esto no era tan descabellado. A partir del 1880 aproximadamente, se puso de moda un sistema que perduraría por al menos 50 años en el fútbol. La denominada «Pirámide Invertida de Cambridge» instaló el sistema 2-3-5 en el fútbol inglés y mundial, convirtiéndose en el primer esquema táctico utilizado de forma masiva.
¿Cómo explicarlo en la cancha?

Este sistema consistía, básicamente, en un balance 5 vs 5. Se basaba en el marcaje zonal, en el que los 5 jugadores ofensivos enfrentaban primero una resistencia de los 3 mediocentros, en la que el volante central se encargaba del 9 rival. Al superar esta primera línea, se enfrentaban a los dos zagueros.
Entre los hechos que permitían este dibujo táctico, podemos encontrar que en ese entonces el arquero podía tomar el balón con las manos hasta media cancha y que no se colocaba tarjetas amarillas al tocar el balón con la mano, por ejemplo. El contexto, además de la regla del fuera de juego, también permitía este sistema. Una vez la regla del offside se modificó, este sistema también varió.
Los defensores, denominados en ese entonces fullback (defensa a tiempo completo), marcaban al delantero según su zona. La importancia defensiva recaía sobre los llamados right/left halfback, quienes en zona media marcaban al extremo y/o interior de la ofensiva contraria. Imperaba el orden táctico en la que cada jugador se debía hacer cargo de su propia zona. En general, los 5 delanteros no solían bajar de mitad de cancha. El máximo movimiento que se daba entre ellos a la hora de defender quedaba en los interiores, quienes bajaban -en pocas ocasiones- a zona de ¾.
Chapman propuso poner números diferenciados en la espalda de los jugadores y empezó a usar el pizarrón, desde donde revolucionó el dibujo del juego. Su primera formación táctica fue la llamada WM, que situaba a un defensa más cerca del portero. La llamada pirámide invertida empezaba a cambiar. Así, quedaba algo parecido a un 3-2-2-3, que fue inicialmente lapidado por el público y la prensa británica porque había vuelto el juego más defensivo y “menos espectacular”. Pocos entendían entonces que la mejor palabra para definirlo era “equilibrio”, y que el verdadero secreto no estaba en el ataque, sino en el contraataque. Llegaron los títulos y, como se sabe, el éxito siempre se imita.
En la siguiente imagen podemos apreciar de mejor manera los movimientos que realizaban los jugadores en el sistema táctico de la “Pirámide Invertida”:

Por el contrario, en materia ofensiva los defensores y los halfback muy rara vez superaban la línea del mediocampo. Fue en este sistema donde surgió el rol del volante central como conector entre defensa y ataque. Era el jugador ubicado en el centro de la zona media quien iniciaba la organización de juego, siendo generalmente el hombre más creativo en el campo.
Los 5 delanteros comenzaban en la misma línea, siendo los interiores quienes combinaban con el centro delantero o abrían el campo con los punteros. En el caso de los extremos, estos solo bajaban hasta mitad de cancha con la única tarea de tomar el balón, conducir y ganar línea de fondo. En líneas generales, lo que se producía era un juego de ataque directo que más tarde sería matizado por el juego asociativo de los escoceses.
Tras los cambios en la regla del fuera de juego, en 1925, se produjeron variantes a este sistema táctico tales como el retroceso del 9 (uno de los primeros exponentes de este rol sería el uruguayo José Piendibene). Otra variante la insertaría la «Wunderteam» o selección austriaca de los años 30’ con las primeras transformaciones del centro delantero en media punta. Y, el gran cambio, vendría en la colocación del medio centro como central fijo realizado por Herbert Chapman en el Arsenal. Movimientos que posteriormente mutarían la Pirámide Invertida a la WM.
Hoy en día, uno de los entrenadores que revivió este sistema (con sus propios matices) es Josep Guardiola. El estratega ya lo utilizó en el Bayern Múnich y, recientemente, en el Manchester City en la goleada 7-0 sobre el Schalke 04 en Champions League como veremos en la siguiente imagen:

Fue la «Pirámide Invertida de Cambridge» el primer sistema en masificarse en el mundo del fútbol en el siglo XIX. Con sus variantes, este esquema imperó por casi media década y fue el dibujo madre para los cambios que vendrían durante el siglo XX.
Related Posts

- ARCHIVO FUTBOL
- 14 de agosto de 2023
El sistema 4-3-3: Fortalezas y debilidades según Wyscout
Fortalezas La principal fortaleza de la formación 4-3-3 es la presencia de un jugador adiciona ..

- ARCHIVO FUTBOL
- 8 de marzo de 2023
Catenaccio, de Suiza a Helenio Herrera
Se trata de un planteamiento defensivo que perfeccionaron en Italia con el argentino Helenio He ..